En pocas palabras
La presencia de un gran número de cascos de ánforas demuestra el consumo de vino en Gaillac desde la época de los galos. Entonces, siendo unos grandes aficionados al vino, ellos importaban esta bebida desde Italia y España.
No fue hasta el siglo I d.C., en la época galorromana, cuando aparecieron los primeros indicios que dejaron entrever la práctica de la viticultura y la producción local del vino.
El sitio arqueológico de Montans presenta estos testigos arqueológicos en sus espacios de exposición y permite a los visitantes –pequeños y grandes– sumergirse en la Antigüedad para descubrir la vida cotidiana de los galos y los romanos, que se instalaron en el territorio y aprovecharon la diversidad de los recursos naturales para comerciar con gran parte del Imperio Romano y exportar las cerámicas sigiladas que le dieron su fama.